3. Uno de ellos le dijo: —Por favor, ven con nosotros. Eliseo le dijo: —Muy bien, iré.
4. Entonces Eliseo fue con ellos. Al llegar al río Jordán, comenzaron a cortar la madera.
5. Pero mientras un hombre daba hachazos a un árbol, se le cayó el hacha de la manga y gritó: —¡Ay, señor! Era un hacha prestada.
6. El hombre de Dios le dijo: —¿Por dónde cayó? El hombre le indicó a Eliseo el lugar donde se le había caído el hacha. Entonces Eliseo cortó un palo y lo tiró al agua. El palo hizo que el hacha de hierro flotara.
7. Eliseo le dijo: —Agárrala. El hombre extendió la mano y la agarró.
8. El rey de Siria estaba en guerra contra Israel. En una reunión con su consejo dijo: «En tal y tal lugar tendré mi campamento».
9. Pero el hombre de Dios le mandó un mensaje al rey de Israel. Eliseo le dijo: «Ten cuidado. No pasen por ese lugar porque los sirios están escondidos ahí».
10. El rey de Israel advirtió a los hombres del lugar lo que el hombre de Dios le había indicado y así salvó a varios hombres.
11. Debido a esto, el rey de Siria se enojó mucho. Convocó a sus siervos y les dijo: —Díganme quién de entre los nuestros está a favor del rey de Israel.
12. Uno de los oficiales del rey de Siria le respondió: —Mi señor y rey, ninguno de nosotros es un espía. Eliseo, el profeta de Israel, le declara al rey de Israel muchas cosas secretas, hasta lo que usted dice en su dormitorio.