2 Reyes 10:19-30 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

19. Reúnan a todos los sacerdotes y profetas de Baal junto con todos los que lo adoran. Que no falte ninguno a la reunión. Voy a ofrecer un gran sacrificio y mataré a todo seguidor de Baal que no venga a la reunión. Pero era un truco. Jehú quería destruir a los que adoraban a Baal.

20. Luego dijo: —Preparen una asamblea solemne para Baal. Entonces los sacerdotes proclamaron la reunión.

21. Jehú mandó un mensaje por toda la tierra de Israel y vinieron todos los que adoraban a Baal. Ninguno se quedó en casa y entraron al templo de Baal que se llenó de un extremo al otro.

22. Jehú les dijo a los encargados del guardarropa: —Saquen trajes para todos los adoradores de Baal. Así que ellos llevaron trajes para los adoradores de Baal.

23. Entonces Jehú y Jonadab hijo de Recab fueron al templo de Baal. Jehú les dijo a los adoradores de Baal: —Observen bien y fíjense que no haya entre ustedes alguno que adore al SEÑOR, sino sólo los que adoran a Baal.

24. Los que adoraban a Baal entraron al templo de ese dios para ofrecer sacrificios y ofrendas que deben quemarse completamente. Afuera del templo, Jehú puso ochenta hombres y les dijo: —Que no escape ninguno. El que deje escapar a alguno, lo pagará con su propia vida.

25. Inmediatamente después de ofrecerse el sacrificio que debe quemarse completamente, Jehú les ordenó a los guardas y a los capitanes: —¡Vayan y maten a los adoradores de Baal! ¡Qué ninguno salga con vida del templo! Entonces los capitanes mataron a filo de espada a los adoradores de Baal y arrojaron los cuerpos de allí. Luego los guardas y capitanes entraron al santuario del templo de Baal,

26. sacaron las piedras sagradas que estaban dentro del templo y las quemaron.

27. Derribaron los pilares del templo de Baal y lo convirtieron en un basurero, así como lo es hasta el día de hoy.

28. De esta manera Jehú acabó con la práctica de adorar a Baal en Israel.

29. Pero no se apartó completamente de los pecados que Jeroboán hijo de Nabat hizo cometer a todo Israel, pues Jehú no destruyó los becerros de oro que estaban en Betel y en Dan.

30. El SEÑOR le dijo a Jehú: —Hiciste bien. Obedeciste lo que te ordené y destruiste a la familia de Acab, tal como yo quería que lo hicieras. Por eso tus descendientes reinarán en Israel por cuatro generaciones.

2 Reyes 10