2 Crónicas 8:7-12 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

7. A la gente que quedaba de los amorreos, hititas, ferezeos, heveos y jebuseos, los cuales no eran israelitas,

8. o sea a los descendientes de ellos que aún quedaban en el país y que los israelitas no habían destruido, Salomón los obligó a trabajos forzados como esclavos, y así siguen hasta el día de hoy.

9. Pero Salomón no obligó a ningún israelita a ser su esclavo, sino que los empleaba como soldados, comandantes y oficiales de los carros de combate y de la caballería.

10. Había doscientos cincuenta de ellos que le servían como supervisores de los capataces que dirigían al personal.

11. Salomón trasladó a su esposa, la hija del faraón, de la Ciudad de David al palacio que le construyó, pues dijo: «Ninguna esposa mía vivirá en la casa de David, rey de Israel, porque los lugares donde ha estado el cofre del SEÑOR son sagrados».

12. En aquel tiempo, Salomón ofrecía los sacrificios que deben quemarse completamente al SEÑOR en el altar del SEÑOR que había construido delante del vestíbulo.

2 Crónicas 8