2 Crónicas 23:7-16 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

7. Los levitas rodearán al rey, cada uno con sus armas en la mano, y cualquiera que se atreva a entrar al templo, morirá. Se quedarán junto al rey dondequiera que él vaya».

8. Los levitas y toda la gente de Judá obedecieron al sacerdote Joyadá en todo lo que ordenó. Cada uno reunió a sus hombres, tanto a los que estaban de servicio en el templo el día de descanso como a los que quedaban libres, porque el sacerdote Joyadá no dejó ir a los que terminaban su turno.

9. El sacerdote Joyadá les repartió a los capitanes de cien soldados las lanzas y los escudos grandes y pequeños que habían pertenecido al rey David y que se encontraban guardados en el templo de Dios.

10. A todos los puso en sus puestos, cada uno con su lanza en la mano, a la derecha e izquierda del templo y alrededor del rey.

11. Luego sacaron al hijo del rey, le pusieron la corona y le dieron el memorial del pacto entre el rey y Dios. Entonces Joyadá y sus hijos lo consagraron con aceite y lo proclamaron nuevo rey, gritando: «¡Viva el rey!»

12. Atalía escuchó el ruido de la gente que corría y aclamaba al rey, y salió a ver a la gente al templo del SEÑOR.

13. Atalía vio al rey a la entrada junto a la columna donde se ubica el rey, a los líderes, a todo el pueblo alegre tocando trompetas y a los cantores con sus instrumentos musicales al frente de la celebración. Entonces Atalía se rasgó el vestido y gritó: «¡Traición, traición!»

14. El sacerdote Joyadá ordenó a los capitanes que estaban a cargo de los soldados: «Lleven a Atalía fuera del área del templo y maten a los que la sigan, pero no los maten dentro del templo del SEÑOR».

15. Así que los soldados agarraron a Atalía y la mataron cuando pasó por la Entrada de los Caballos del palacio.

16. Entonces Joyadá hizo un pacto entre él mismo, el rey y todo el pueblo, en el que se comprometían a ser el pueblo del SEÑOR.

2 Crónicas 23