11. Roboán reforzó las fortificaciones que tenían, ubicó guarniciones de soldados con comandantes militares y almacenó alimentos, aceite y vino.
12. Armó con escudos y lanzas todas las ciudades y las fortificó muy bien. Así quedó en posesión de Judá y de Benjamín.
13. Los sacerdotes y levitas de todo Israel vinieron a unirse a Roboán desde todos los lugares donde vivían.
14. Abandonaron sus campos de pastoreo y sus tierras y se refugiaron en Judá y en Jerusalén porque Jeroboán y sus hijos no les permitieron servir como sacerdotes del SEÑOR.
15. Jeroboán estableció su propio sacerdocio en los santuarios sobre las colinas para adorar a los demonios y a los becerros que él hizo.
16. Los que de todas las tribus de Israel eran seguidores sinceros del SEÑOR, Dios de Israel, se fueron tras los levitas a Jerusalén para ofrecer sacrificios al SEÑOR, Dios de sus antepasados.
17. Esta gente apoyó a Roboán y ayudó a fortalecer el reino de Judá, pues vivieron de acuerdo con el ejemplo de David y Salomón durante tres años.