17. Espero que no piensen que hice estos planes a la ligera, o que me gusta ser como la gente de este mundo que en un momento dice «sí» y al instante dice «no».
18. Así como Dios es digno de confianza, pueden también confiar en que lo que les decimos nosotros nunca es «sí» y «no» al mismo tiempo.
19. Jesucristo, el Hijo de Dios, de quien les hemos hablado Silas, Timoteo y yo, no era «sí» y «no» a la vez. Por el contrario, Cristo siempre ha sido el «sí».