3. Un dirigente no debe emborracharse ni pelear, sino ser amable, pacífico y no amar el dinero.
4. Debe dirigir bien a su propia familia, es decir, que sus hijos les obedezca y siempre los respete.
5. Si un hombre no sabe dirigir a su propia familia, entonces tampoco podrá cuidar de la iglesia de Dios.
6. No debe ser nuevo creyente para que no se enorgullezca y no caiga en la misma condenación en que cayó el diablo.
7. Además, debe tener el respeto de la gente que no es de la iglesia. De esa manera evitará críticas y no caerá en las trampas que el diablo tratará de ponerle.
8. Así también, los ayudantes deben ser respetables, sinceros, no tomar mucho vino y no ganar dinero de manera deshonesta.
9. Deben seguir la fe que ahora Dios nos ha dado a conocer y tener la conciencia limpia.
10. Primero, hay que ponerlos a prueba y entonces, si no hay nada en su contra, podrán servir a la iglesia.
11. Así mismo, las mujeres deben tener estas cualidades: tener el respeto de los demás, no hablar mal de otros, tener dominio propio y ser dignas de confianza en todo lo que hacen.
12. Los ayudantes deben ser fiel a su esposa y dirigir bien a sus hijos y su hogar.
13. Los ayudantes que hacen bien su trabajo obtienen un puesto honorable y fortalecen su fe en Jesucristo.