1 Timoteo 3:1-9 La Biblia: La Palabra de Dios para Todos (PDT)

1. Esto es cierto: el que quiera ser dirigente, aspira a una buena obra.

2. Es necesario que un dirigente lleve una vida que nadie tenga por qué criticar y que muestre las siguientes cualidades: ser sensato, respetable, fiel a su esposa, tener domino propio, estar dispuesto a recibir en su hogar a los necesitados y ser capaz de instruir a otros en la fe.

3. Un dirigente no debe emborracharse ni pelear, sino ser amable, pacífico y no amar el dinero.

4. Debe dirigir bien a su propia familia, es decir, que sus hijos les obedezca y siempre los respete.

5. Si un hombre no sabe dirigir a su propia familia, entonces tampoco podrá cuidar de la iglesia de Dios.

6. No debe ser nuevo creyente para que no se enorgullezca y no caiga en la misma condenación en que cayó el diablo.

7. Además, debe tener el respeto de la gente que no es de la iglesia. De esa manera evitará críticas y no caerá en las trampas que el diablo tratará de ponerle.

8. Así también, los ayudantes deben ser respetables, sinceros, no tomar mucho vino y no ganar dinero de manera deshonesta.

9. Deben seguir la fe que ahora Dios nos ha dado a conocer y tener la conciencia limpia.

1 Timoteo 3