6. Algunos se han apartado de todo eso y ahora pierden su tiempo hablando de cosas que no sirven para nada.
7. Quieren ser maestros de la ley, pero no saben lo que dicen y ni siquiera entienden lo que enseñan con tanta seguridad.
8. Sabemos que la ley es buena si se aplica de manera correcta.
9. También sabemos que la ley no es para los que hacen el bien sino para los delincuentes y los rebeldes, para los que no respetan a Dios, ni viven como él manda; para los pecadores, para los profanos, para los que asesinan a sus padres y para todos los demás asesinos.
10. La ley es para los que tienen relaciones sexuales fuera del matrimonio, para los homosexuales, para los que trafican con seres humanos, para los mentirosos, para los que juran en falso y para los que de cualquier manera se oponen a la verdadera enseñanza que conduce a una vida recta.
11. Esa enseñanza forma parte del glorioso mensaje que el Dios bendito me encargó anunciar.
12. Doy gracias a nuestro Señor Jesucristo, quien me ha fortalecido, porque me consideró digno de confianza para su servicio.
13. Antes, yo hablaba en contra de Cristo y lo perseguía con violencia, pero Dios tuvo misericordia de mí porque en ese tiempo yo no sabía lo que hacía, pues no era creyente.