34. Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno; su fiel amor durará por siempre.
35. Pidámosle: «Sálvanos, Dios nuestro, reúnenos y sálvanos de entre las naciones para agradecer a tu santo nombre y alabarte con orgullo».
36. Bendito sea el SEÑOR, Dios de Israel, que siempre ha vivido y siempre vivirá. Entonces todo el pueblo dijo: «Así sea», y alabaron al SEÑOR.
37. David dejó a Asaf y sus parientes encargados del cofre del pacto del SEÑOR. También los dejó encargados de hacer los servicios necesarios cada día,