9. Los egipcios morían picadospor langostas y mosquitossin que pudieran encontrarremedio para salvar su vida,pues bien merecido teníanel castigo de semejantes bichos;
10. pero contra tus hijos nada pudo conseguirla mordedura de serpientes venenosas,ya que tu misericordia se interpuso y los curó.
11. Eran, sí, mordidos, pero inmediatamente curados,para que pudieran recordar tus palabrasy no las relegaran a un olvido total,quedando excluidos de tus beneficios.
12. Que no los curó hierba medicinal ni ungüento alguno,sino tu palabra, Señor, que todo lo sana.