5. Pero no quieres que sean inútiles las obras de tu sabiduría.Por eso los navegantes no temen confiar su vidaa una endeble embarcación de madera ,surcan las olas a bordo de una balsay arriban a puerto sanos y salvos.
6. Cuando, al principio, perecieronaquellos orgullosos gigantes*,la esperanza del mundo se refugió en una balsaque, pilotada por ti, entregó a la posteridadla semilla de una humanidad nueva.
7. ¡Bendita, pues, la madera que tiene un uso recto!
8. Pero maldito sea tanto el ídolo, que es obra humana*,como su artífice: el uno porque lo fabricó,y el otro, porque siendo algo inconsistente,le otorgaron el título de dios.