8. Al regresar, pedía al Señor, el Dios de Israel, que le hiciera saber de qué manera podría ella conseguir la liberación de los hijos de su pueblo.
9. Después de haberse purificado, volvía Judit a la tienda; y allí permanecía, hasta que al atardecer le traían su alimento.
10. Al cuarto día, Holofernes ofreció únicamente a sus servidores un banquete al que no invitó a ninguno de sus oficiales.
11. Pero a su mayordomo, un eunuco llamado Bagoas le encargó lo siguiente:— Ve, e intenta persuadir a esa mujer hebrea que está a tu cuidado, para que venga acá a comer y beber con nosotros;