58. Por tanto, un rey capaz de demostrar su valentía o un objeto útil en una casa y del cual se sirve el dueño, tienen más valor que esos falsos dioses. Igualmente la puerta de una casa que protege lo que hay en ella o una columna de un palacio real, valen más que esos falsos dioses.
59. El sol, la luna y las estrellas resplandecen, y se muestran dóciles en su cometido;
60. lo mismo el relámpago que, cuando aparece, es bien visible; y el viento, que sopla de cualquier parte.