25. Se percató Moisés de que el pueblo estaba descontrolado, pues Aarón no le había puesto freno, y ahora el pueblo estaba expuesto a las burlas de sus enemigos.
26. Entonces Moisés se plantó en la puerta del campamento y gritó:— ¡Que se pongan a mi lado los que están de parte del Señor!Y todos los levitas se le unieron.
27. Él les dijo:— Así ha dicho el Señor, el Dios de Israel: Que cada uno se ciña su espada al muslo, recorra el campamento y vaya de puerta en puerta matando a los culpables sin tener en cuenta si es su hermano, su amigo o su vecino.
28. Los levitas cumplieron la orden de Moisés y aquel día murieron unos tres mil hombres del pueblo.
29. Moisés les dijo:— Hoy el Señor los bendice y los constituye sus sacerdotes, pues lo han preferido a sus propios hijos y hermanos.