1c. Era uno de los que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había deportado de Jerusalén con Jeconías, rey de Judá.
1d. El sueño de Mardoqueo fue así: gritos y estruendos, truenos, terremotos y agitación sobre la tierra.
1e. Luego aparecieron dos enormes dragones que se disponían a abalanzarse el uno contra el otro, y lanzaron un gran rugido.
1f. Al oír aquel rugido, todas las naciones se prepararon para la guerra, prestas a luchar contra el pueblo de los justos.
1g. Fue un día de oscuridad, tinieblas, tribulación y angustia, y de sufrimiento y gran agitación sobre la tierra.
1h. El pueblo de los justos se llenó de turbación: aterrorizados por su propia desgracia, se dispusieron a morir y clamaron a Dios.
1i. De ese clamor, como de un pequeño manantial, brotó un río grande y caudaloso;