1. Así pues, yo, prisionero por amor al Señor, les exhorto a que lleven una vida en consonancia con el llamamiento que han recibido.
2. Sean humildes, amables, comprensivos. Sopórtense unos a otros con amor.
3. No ahorren esfuerzos para consolidar, con ataduras de paz, la unidad, que es fruto del Espíritu.
4. Uno solo es el cuerpo y uno solo el Espíritu, como una es la esperanza a la que han sido llamados.
5. Sólo hay un Señor, sólo una fe, sólo un bautismo.