22. El Señor recompensa al piadoso bendiciéndolo,en un momento hace que florezca su esperanza.
23. No digas: “¿Acaso estoy necesitado de algoo puedo esperar algún bien en adelante?”.
24. Ni digas: “Me basto y me sobro con lo mío,¿podrá en adelante alcanzarme algún mal?”.
25. En días de bienes, se olvidan los males;en días de males, ¿quién recuerda los bienes?
26. Nada le cuesta al Señor, en el día de la muerte,dar a cada uno según su conducta.
27. Un ligero dolor, y olvidamos el bienestar;cuando una persona llega a su final,se ponen de manifiesto sus acciones.