8. ni comimos de balde el pan de nadie. Al contrario, trabajamos día y noche hasta casi extenuarnos, con el fin de no ser gravosos a ninguno de ustedes.
9. ¡Y teníamos derecho a ello! Pero quisimos ofrecerles un ejemplo que imitar.
10. Estando entre ustedes les inculcamos ya esta norma: el que no quiera trabajar, que tampoco coma.
11. Y es que nos hemos enterado de que algunos viven ociosamente entre ustedes: en lugar de trabajar, se entrometen en todo.
12. De parte de Jesucristo, el Señor, los instamos y exhortamos a que trabajen y coman su propio pan sin perturbar a nadie.
13. En cuanto a ustedes, hermanos, no se canssen de hacer el bien.