22. Pero algunos de los que habían acompañado a David, gente desalmada y ruin, dijeron:— Como no han venido con nosotros, no tendrán parte del botín recuperado. Que cada cual tome a su mujer y a sus hijos y se marche.
23. Pero David replicó:— No pueden hacer eso, hermanos, pues ha sido el Señor quien nos lo ha dado; él nos ha protegido y nos ha entregado la banda que nos había atacado.
24. Nadie tendrá en cuenta su parecer en este asunto, y tanto el que entra en combate como el que guarda el equipaje, tendrá la misma parte.
25. Y desde aquel día hasta el presente esto ha sido norma y costumbre en Israel.