47. Los israelitas se adueñaron del botín de guerra. A Nicanor le cortaron la cabeza y la mano derecha, la que con tanta insolencia había él alzado, y las colgaron a la entrada de Jerusalén.
48. El pueblo se regocijó en gran manera y todos celebraron aquel día como una gran fiesta.
49. Luego acordaron celebrar cada año ese día el trece del mes de Adar.
50. Y el país de Judá gozó de paz durante un cierto tiempo.