30. Al amanecer vieron una innumerable multitud provista de escaleras y máquinas de guerra, dispuesta para atacar a los sitiados y tomar la fortaleza.
31. Judas vio que la batalla había comenzado: oyó un gran griterío en la ciudad y un fuerte sonido de trompetas que subía hasta el cielo.
32. Entonces dijo a los hombres de su ejército:— ¡Luchen hoy por nuestros hermanos!
33. Dispuso en tres columnas las tropas, las cuales avanzaron por la retaguardia del enemigo mientras sonaban las trompetas y oraban a gritos.
34. El ejército de Timoteo, al enterarse de que se trataba del Macabeo, emprendió la huida; y Judas les causó ese día una terrible derrota dando muerte a unos ocho mil soldados.
35. Después Judas se volvió contra Alemá, la atacó y se apoderó de ella: mató a todos los varones y saqueó e incendió la ciudad.
36. De allí se dirigió a Galaad, ocupando Casfó, Maqued, Bosor y las demás ciudades de la región.
37. Timoteo, pasados estos hechos, organizó un nuevo ejército que acampó frente a Rafón, al otro lado del torrente.
38. Judas envió gente a explorar el campamento; le trajeron este informe:— Todas las naciones vecinas se han unido a Timoteo, formando así un enorme ejército.