29. Al caer la noche, se dirigieron a la fortaleza de Datema.
30. Al amanecer vieron una innumerable multitud provista de escaleras y máquinas de guerra, dispuesta para atacar a los sitiados y tomar la fortaleza.
31. Judas vio que la batalla había comenzado: oyó un gran griterío en la ciudad y un fuerte sonido de trompetas que subía hasta el cielo.
32. Entonces dijo a los hombres de su ejército:— ¡Luchen hoy por nuestros hermanos!