52. El día veinticinco del noveno mes, llamado Quisleu, del año ciento cuarenta y ocho, se levantaron al despuntar el día
53. y ofrecieron un sacrificio, como manda la ley, sobre el nuevo altar de los holocaustos que habían erigido.
54. En el mismo día y hora en que los paganos habían profanado el altar, en ese mismo día lo consagraron con cánticos acompañados de cítaras, arpas y címbalos.
55. El pueblo entero se postró rostro en tierra, adorando y bendiciendo a Dios por la victoria que les había dado.
56. Durante ocho días celebraron la consagración del altar, ofreciendo con júbilo holocaustos y sacrificios de reconciliación y de acción de gracias.
57. Adornaron la fachada del Templo con coronas de oro y escudos; restauraron las entradas y las salas, y les pusieron puertas.
58. Todo el pueblo lo celebró con inmensa alegría, porque así se vieron libres del ultraje causado por los paganos.