30. con sus hijos, sus mujeres y sus ganados, pues la desgracia los agobiaba.
31. Entonces los funcionarios del rey y la guarnición residente en Jerusalén, la ciudad de David, fueron informados de que algunos hombres, desoyendo las órdenes del rey, se habían ido a ocultar en el desierto.
32. Una tropa numerosa salió en su persecución y logró alcanzarlos; tomaron posiciones frente a ellos y se prepararon para atacarlos en sábado.