7. Jerusalén y el Templo serán libres, y todo el armamento que has fabricado, así como las fortalezas que has construido y que ocupas, seguirán siendo tuyas.
8. Cualquier deuda que tengas contraída con el tesoro real, incluidas las que en el futuro puedas contraer, quedan canceladas desde ahora y para siempre.
9. Y cuando hayamos recuperado nuestro reino, te colmaremos de tantos honores a ti, a tu pueblo y al Templo, que la gloria de ustedes será conocida en toda la tierra”.
10. En el año ciento setenta y cuatro se dirigió Antíoco a la tierra de sus antepasados. Todas las tropas se pasaron a su lado, de modo que fueron muy pocos los que quedaron con Trifón.
11. Antíoco lo persiguió, y Trifón se refugió en la ciudad costera de Dor,