11. Nosotros en ningún momento hemos dejado de recordarlos, lo mismo en las fiestas que en los demás días señalados, cuando ofrecemos sacrificios y cuando oramos, porque acordarse de los hermanos es algo justo y conveniente.
12. ¡Nos alegramos de la fama de ustedes!
13. En cambio, nosotros nos hemos visto rodeados de graves dificultades y guerras, y hemos sido atacados por los reyes de nuestro entorno.
14. A causa de esas guerras no hemos querido molestarlos a ustedes, ni tampoco a ninguno de nuestros aliados y amigos,
15. porque contamos con la ayuda de Dios, que nos ha librado de nuestros enemigos y a ellos los ha humillado.
16. Hemos escogido a Numenio, hijo de Antíoco, y a Antípatros, hijo de Jasón, y los hemos enviado para renovar con los romanos nuestro antiguo tratado de amistad.
17. También les ordenamos que fueran a saludarlos y a entregarles esta carta, con la cual quisiéramos renovar nuestra fraternidad con ustedes.
18. Ahora esperamos de ustedes una respuesta favorable”.
19. Por lo que se refiere a la carta que los espartanos enviaron a Onías, esta es la copia:
20. “Ario, rey de Esparta, saluda al sumo sacerdote Onías.
21. En un documento que hemos encontrado, consta que los espartanos y los judíos son hermanos, porque tanto unos como otros son del linaje de Abrahán.