42. y que cada cual abandonara sus propias costumbres. Todas las demás naciones obedecieron el decreto del rey;
43. incluso muchos israelitas, aceptando la religión oficial, comenzaron a ofrecer sacrificios a los ídolos y a profanar el sábado.
44. El rey envió mensajeros a Jerusalén y a las ciudades de Judá, con órdenes escritas de que se sometieran a aquellas costumbres extrañas al país:
45. debían suprimirse los holocaustos, los sacrificios y las ofrendas para el Templo; había que profanar los sábados y las fiestas,
46. contaminar el Templo y todas las cosas sagradas,