30. Habló a la gente en son de paz y con tanta astucia que la gente le creyó. Pero de pronto asestó a la ciudad un golpe terrible, causando muchos muertos entre el pueblo de Israel.
31. Saqueó la ciudad, la incendió y destruyó las casas y la muralla que la rodeaba.
32. Sus hombres se llevaron cautivos a niños y mujeres, y se apoderaron del ganado.
33. Reedificaron la ciudad de David, y la transformaron en una ciudadela, rodeándola de una muralla grande y poderosa, y erigiendo torres fortificadas.
34. Establecieron allí gente impía, hombres sin ley que se hicieron fuertes en aquel sitio,
35. donde, además de proveerlo de armas y víveres, juntaron el botín del que se habían apoderado en el saqueo de Jerusalén.
36. De ese modo se convirtieron en una constante asechanza para el Templo y en una permanente amenaza para Israel.