4. En tu majestad cabalga en triunfo, por la causa de la verdad, de la humildad y de la justicia; que tu diestra te enseñe cosas tremendas.
5. Tus saetas son agudas; los pueblos caen debajo de ti; en el corazón de los enemigos del rey están tus flechas.
6. Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de equidad es el cetro de tu reino.