9. La voz del Señor hace parir a las ciervas, y deja los bosques desnudos, y en su templo todo dice: ¡Gloria!
10. El Señor se sentó como Rey cuando el diluvio; sí, como Rey se sienta el Señor para siempre.
11. El Señor dará fuerza a su pueblo; el Señor bendecirá a su pueblo con paz.