5. Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y en los montes dando gritos e hiriéndose con piedras.
6. Cuando vio a Jesús de lejos, corrió y se postró delante de El;
7. y gritando a gran voz, dijo: ¿Qué tengo yo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te imploro por Dios que no me atormentes.
8. Porque Jesús le decía: Sal del hombre, espíritu inmundo.
9. Y le preguntó: ¿Cómo te llamas? Y él le dijo: Me llamo Legión, porque somos muchos.
10. Entonces le rogaba con insistencia que no los enviara fuera de la tierra.
11. Y había allí una gran piara de cerdos paciendo junto al monte.