48. pero el que no la sabía, e hizo cosas que merecían castigo, será azotado poco. A todo el que se le haya dado mucho, mucho se demandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán.
49. Yo he venido para echar fuego sobre la tierra; y ¡cómo quisiera que ya estuviera encendido!
50. Pero de un bautismo tengo que ser bautizado, y ¡cómo me angustio hasta que se cumpla!
51. ¿Pensáis que vine a dar paz en la tierra? No, os digo, sino más bien división.
52. Porque desde ahora en adelante, cinco en una casa estarán divididos; tres contra dos y dos contra tres.