13. 'Ciertamente los destruiré'--declara el Señor--; 'no habrá uvas en la vid, ni higos en la higuera, y la hoja se marchitará; lo que les he dado, pasará de ellos.'"
14. ¿Por qué estamos aún sentados? Congregaos, y entremos en las ciudades fortificadas, y perezcamos allí, pues el Señor nuestro Dios nos hace perecer y nos ha dado a beber agua envenenada, porque hemos pecado contra el Señor.
15. Esperábamos paz, y no hubo bien alguno; tiempo de curación, y he aquí, terror.
16. Desde Dan se oye el resoplido de sus caballos; al sonido de los relinchos de sus corceles, tiembla toda la tierra; vienen y devoran la tierra y cuanto hay en ella, la ciudad y los que en ella habitan.
17. Porque he aquí, yo envío contra vosotros serpientes, áspides contra los cuales no hay encantamiento, y os morderán--declara el Señor.
18. Mi tristeza no tiene remedio, mi corazón desfallece en mí .
19. He aquí la voz del clamor de la hija de mi pueblo desde una tierra lejana: ¿No está el Señor en Sion? ¿No está su rey en ella? ¿Por qué me han provocado con sus imágenes talladas, con ídolos extranjeros?
20. Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvados.
21. Por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo estoy quebrantado; ando enlutado, el espanto se ha apoderado de mí.