23. Ciertamente engaño son las colinas, y el tumulto sobre los montes; ciertamente, en el Señor nuestro Dios está la salvación de Israel.
24. Pero lo vergonzoso consumió el trabajo de nuestros padres desde nuestra juventud: sus ovejas y sus vacas, sus hijos y sus hijas.
25. Acostémonos en nuestra vergüenza, y que nos cubra nuestra humillación; porque hemos pecado contra el Señor nuestro Dios, nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud hasta hoy, y no hemos obedecido la voz del Señor nuestro Dios.