1. Así dice el Señor: Preservad el derecho y haced justicia, porque mi salvación está para llegar y mi justicia para ser revelada.
2. Cuán bienaventurado es el hombre que hace esto, y el hijo del hombre que a ello se aferra; que guarda el día de reposo sin profanarlo, y guarda su mano de hacer mal alguno.
3. Que el extranjero que se ha allegado al Señor, no diga: Ciertamente el Señor me separará de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí, soy un árbol seco.
4. Porque así dice el Señor: A los eunucos que guardan mis días de reposo, escogen lo que me agrada y se mantienen firmes en mi pacto,
5. les daré en mi casa y en mis muros un lugar, y un nombre mejor que el de hijos e hijas; les daré nombre eterno que nunca será borrado.