14. diciendo: Ciertamente te bendecire y ciertamente te multiplicare.
15. Y así, habiendo esperado con paciencia, obtuvo la promesa.
16. Porque los hombres juran por uno mayor que ellos mismos , y para ellos un juramento dado como confirmación es el fin de toda discusión.
17. Por lo cual Dios, deseando mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su propósito, interpuso un juramento,