22. Y nosotros respondimos a mi señor: "El muchacho no puede dejar a su padre, pues si dejara a su padre, éste moriría."
23. Tú, sin embargo, dijiste a tus siervos: "Si vuestro hermano menor no desciende con vosotros, no volveréis a ver mi rostro."
24. Aconteció, pues, que cuando subimos a mi padre, tu siervo, le contamos las palabras de mi señor.