7. entonces volverá el polvo a la tierra como lo que era, y el espíritu volverá a Dios que lo dio.
8. Vanidad de vanidades, dice el Predicador, todo es vanidad.
9. El Predicador, además de ser sabio, enseñó también sabiduría al pueblo; y ponderó, investigó y compuso muchos proverbios.
10. El Predicador trató de encontrar palabras agradables, y de escribir correctamente palabras de verdad.
11. Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos bien clavados las de los maestros de colecciones, dadas por un Pastor.
12. Pero además de esto, hijo mío, estate prevenido: el hacer muchos libros no tiene fin, y demasiada dedicación a ellos es fatiga del cuerpo.