6. y tiraba piedras a David y a todos los siervos del rey David, aunque todo el pueblo y todos los hombres valientes estaban a su derecha y a su izquierda.
7. Así decía Simei mientras maldecía: ¡Fuera, fuera, hombre sanguinario e indigno!
8. El Señor ha hecho volver sobre ti toda la sangre derramada de la casa de Saúl, en cuyo lugar has reinado; el Señor ha entregado el reino en mano de tu hijo Absalón. He aquí, estás prendido en tu propia maldad, porque eres hombre sanguinario.
9. Entonces Abisai, hijo de Sarvia, dijo al rey: ¿Por qué ha de maldecir este perro muerto a mi señor el rey? Déjame que vaya ahora y le corte la cabeza.