18. —Como ustedes ven, ahora vamos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, que lo condenarán a muerte
19. y lo entregarán a los extranjeros para que se burlen de él, lo golpeen y lo crucifiquen; pero al tercer día resucitará.
20. La madre de los hijos de Zebedeo, junto con sus hijos, se acercó a Jesús y se arrodilló delante de él para pedirle un favor.
21. Jesús le preguntó:—¿Qué quieres?Ella le dijo:—Manda que en tu reino uno de mis hijos se siente a tu derecha y el otro a tu izquierda.
22. Jesús contestó:—Ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber el trago amargo que voy a beber yo?Ellos dijeron:—Podemos.