43. Y todos se quedaron admirados de la grandeza de Dios.Mientras todos se maravillaban de lo que Jesús hacía, él dijo a sus discípulos:
44. —Oigan bien esto y no lo olviden: el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres.
45. Pero ellos no entendían lo que les decía, pues todavía no se les había abierto el entendimiento para comprenderlo; además tenían miedo de pedirle a Jesús que se lo explicara.
46. Por entonces los discípulos comenzaron a discutir quién de ellos sería el más importante.
47. Jesús, al darse cuenta de lo que estaban pensando, tomó a un niño, lo puso junto a él
48. y les dijo:—El que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió. Por eso, el más insignificante entre todos ustedes, ése es el más importante.
49. Juan le dijo:—Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre; y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros.