San Lucas 7:27-45 Dios Habla Hoy (DHH)

27. Juan es aquel de quien dice la Escritura:“Yo envío mi mensajero delante de ti,para que te prepare el camino.”

28. Les digo que, entre todos los hombres, ninguno ha sido más grande que Juan; y, sin embargo, el más pequeño en el reino de Dios es más grande que él.»

29. Todos los que oyeron a Juan, incluso los que cobraban impuestos para Roma, se hicieron bautizar por él, cumpliendo así las justas exigencias de Dios;

30. pero los fariseos y los maestros de la ley no se hicieron bautizar por Juan, despreciando de este modo lo que Dios había querido hacer en favor de ellos.

31. «¿A qué compararé la gente de este tiempo? ¿A qué se parece?

32. Se parece a los niños que se sientan a jugar en la plaza y gritan a sus compañeros: “Tocamos la flauta, pero ustedes no bailaron; cantamos canciones tristes, pero ustedes no lloraron.”

33. Porque vino Juan el Bautista, que ni come pan ni bebe vino, y ustedes dicen que tiene un demonio.

34. Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y ustedes dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma.

35. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por todos sus resultados.»

36. Un fariseo invitó a Jesús a comer, y Jesús fue a su casa. Estaba sentado a la mesa,

37. cuando una mujer de mala vida, que vivía en el mismo pueblo y que supo que Jesús había ido a comer a casa del fariseo, llegó con un frasco de alabastro lleno de perfume.

38. Llorando, se puso junto a los pies de Jesús y comenzó a bañarlos con lágrimas. Luego los secó con sus cabellos, los besó y derramó sobre ellos el perfume.

39. El fariseo que había invitado a Jesús, al ver esto, pensó: «Si este hombre fuera de veras un profeta, se daría cuenta de qué clase de persona es ésta que lo está tocando: una mujer de mala vida.»

40. Entonces Jesús le dijo al fariseo:—Simón, tengo algo que decirte.El fariseo contestó:—Dímelo, Maestro.

41. Jesús siguió:—Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta;

42. y como no le podían pagar, el prestamista les perdonó la deuda a los dos. Ahora dime, ¿cuál de ellos le amará más?

43. Simón le contestó:—Me parece que el hombre a quien más le perdonó.Jesús le dijo:—Tienes razón.

44. Entonces, mirando a la mujer, Jesús dijo a Simón:—¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; en cambio, esta mujer me ha bañado los pies con sus lágrimas y los ha secado con sus cabellos.

45. No me saludaste con un beso, pero ella, desde que entré, no ha dejado de besarme los pies.

San Lucas 7