San Lucas 23:15-36 Dios Habla Hoy (DHH)

15. Ni tampoco Herodes, puesto que nos lo ha devuelto. Ya ven, no ha hecho nada que merezca la pena de muerte.

16. Lo voy a castigar y después lo dejaré libre.

18. Pero todos juntos comenzaron a gritar:—¡Fuera con ése! ¡Déjanos libre a Barrabás!

19. A este Barrabás lo habían metido en la cárcel por una rebelión ocurrida en la ciudad, y por un asesinato.

20. Pilato, que quería dejar libre a Jesús, les habló otra vez;

21. pero ellos gritaron más alto:—¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!

22. Por tercera vez Pilato les dijo:—Pues ¿qué mal ha hecho? Yo no encuentro en él nada que merezca la pena de muerte. Lo voy a castigar y después lo dejaré libre.

23. Pero ellos insistían a gritos, pidiendo que lo crucificara; y tanto gritaron que consiguieron lo que querían.

24. Pilato decidió hacer lo que le estaban pidiendo;

25. así que dejó libre al hombre que habían escogido, el que estaba en la cárcel por rebelión y asesinato, y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.

26. Cuando llevaron a Jesús a crucificarlo, echaron mano de un hombre de Cirene llamado Simón, que venía del campo, y lo hicieron cargar con la cruz y llevarla detrás de Jesús.

27. Mucha gente y muchas mujeres que lloraban y gritaban de tristeza por él, lo seguían.

28. Pero Jesús las miró y les dijo:—Mujeres de Jerusalén, no lloren por mí, sino por ustedes mismas y por sus hijos.

29. Porque vendrán días en que se dirá: “Dichosas las que no pueden tener hijos, las mujeres que no dieron a luz ni tuvieron hijos que criar.”

30. Entonces comenzará la gente a decir a los montes: “¡Caigan sobre nosotros!”, y a las colinas: “¡Escóndannos!”

31. Porque si con el árbol verde hacen todo esto, ¿qué no harán con el seco?

32. También llevaban a dos criminales, para crucificarlos junto con Jesús.

33. Cuando llegaron al sitio llamado La Calavera, crucificaron a Jesús y a los dos criminales, uno a su derecha y otro a su izquierda. [

34. Jesús dijo: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.»]Y los soldados echaron suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.

35. La gente estaba allí mirando; y hasta las autoridades se burlaban de él, diciendo:—Salvó a otros; que se salve a sí mismo ahora, si de veras es el Mesías de Dios y su escogido.

36. Los soldados también se burlaban de Jesús. Se acercaban y le daban a beber vino agrio,

San Lucas 23