7. Les digo que así también hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse.
8. »O bien, ¿qué mujer que tiene diez monedas y pierde una de ellas, no enciende una lámpara y barre la casa buscando con cuidado hasta encontrarla?
9. Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: “Alégrense conmigo, porque ya encontré la moneda que había perdido.”
10. Les digo que así también hay alegría entre los ángeles de Dios por un pecador que se convierte.»
11. Jesús contó esto también: «Un hombre tenía dos hijos,
12. y el más joven le dijo a su padre: “Padre, dame la parte de la herencia que me toca.” Entonces el padre repartió los bienes entre ellos.
13. Pocos días después el hijo menor vendió su parte de la propiedad, y con ese dinero se fue lejos, a otro país, donde todo lo derrochó llevando una vida desenfrenada.
14. Pero cuando ya se lo había gastado todo, hubo una gran escasez de comida en aquel país, y él comenzó a pasar hambre.
15. Fue a pedir trabajo a un hombre del lugar, que lo mandó a sus campos a cuidar cerdos.
16. Y tenía ganas de llenarse con las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie se las daba.
17. Al fin se puso a pensar: “¡Cuántos trabajadores en la casa de mi padre tienen comida de sobra, mientras yo aquí me muero de hambre!
18. Regresaré a casa de mi padre, y le diré: Padre mío, he pecado contra Dios y contra ti;
19. ya no merezco llamarme tu hijo; trátame como a uno de tus trabajadores.”
20. Así que se puso en camino y regresó a la casa de su padre.»Cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y sintió compasión de él. Corrió a su encuentro, y lo recibió con abrazos y besos.
21. El hijo le dijo: “Padre mío, he pecado contra Dios y contra ti; ya no merezco llamarme tu hijo.”
22. Pero el padre ordenó a sus criados: “Saquen pronto la mejor ropa y vístanlo; pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies.
23. Traigan el becerro más gordo y mátenlo. ¡Vamos a celebrar esto con un banquete!
24. Porque este hijo mío estaba muerto y ha vuelto a vivir; se había perdido y lo hemos encontrado.” Comenzaron la fiesta.
25. »Entre tanto, el hijo mayor estaba en el campo. Cuando regresó y llegó cerca de la casa, oyó la música y el baile.