5. Cuando Jaír murió, fue enterrado en Camón.
6. Pero los israelitas volvieron a hacer lo malo a los ojos del Señor, y adoraron a las diferentes representaciones de Baal y de Astarté, lo mismo que a los dioses de Siria, de Sidón, de Moab, de Amón y de los filisteos. Abandonaron al Señor y dejaron de rendirle culto.
7. Por eso el Señor se enfureció contra ellos y los entregó al poder de los filisteos y de los amonitas.