Joel 2:2-17 Dios Habla Hoy (DHH)

2. día de oscuridad y tinieblas,día de nubes y sombras.Un ejército fuerte y numerosose ha desplegado sobre los montescomo la luz del amanecer.Nunca antes se vio, ni se verá jamás,nada que se le parezca.

3. Son como el fuego, que todo lo devora;que ya quema antes de pasar,y aun después que ha pasado.La tierra, que antes de su llegada era un paraíso,cuando se van parece un desierto.¡No hay nada que se les escape!

4. Su aspecto es como de caballos, corren como jinetes

5. y su estruendo al saltar sobre los monteses como el estruendo de los carros de guerra,como el crujir de las hojas secas que arden en el fuego.Son como un ejército poderosoen formación de batalla.

6. La gente tiembla al verlas,y todas las caras palidecen.

7. Como valientes hombres de guerra,corren, trepan por los murosy avanzan de frente,sin torcer ninguna su camino.

8. No se atropellan unas a otras;cada una sigue su camino,y se lanzan entre las flechassin romper la formación.

9. Asaltan la ciudad,corren sobre los muros,trepan por las casasy como ladrones se cuelan por las ventanas.

10. La tierra tiembla ante ellas,el cielo se estremece,el sol y la luna se oscureceny las estrellas pierden su brillo.

11. El Señor, al frente de su ejército,hace oír su voz de trueno.Muy numeroso es su ejército;incontables los que cumplen sus órdenes.¡Qué grande y terrible es el día del Señor!No hay quien pueda resistirlo.

12. «Pero ahora —lo afirma el Señor—,vuélvanse a mí de todo corazón.¡Ayunen, griten y lloren!»

13. ¡Vuélvanse ustedes al Señor su Dios,y desgárrense el corazónen vez de desgarrarse la ropa!Porque el Señor es tierno y compasivo,paciente y todo amor,dispuesto siempre a levantar el castigo.

14. Tal vez decida no castigarlos a ustedes,y les envíe bendición:cereales y vinopara las ofrendas del Señor su Dios.

15. ¡Toquen la trompeta en el monte Sión!Convoquen al pueblo y proclamen ayuno;

16. reúnan al pueblo de Dios, y purifíquenlo;reúnan a los ancianos, a los niñosy aun a los niños de pecho.¡Que hasta los recién casadossalgan de la habitación nupcial!

17. Lloren los sacerdotes, los ministros del Señor,y digan entre el vestíbulo y el altar:«Perdona, Señor, a tu pueblo;no dejes que nadie se burle de los tuyos;no dejes que otras naciones los domineny que los paganos digan:“¿Dónde está su Dios?”»

Joel 2