17. »Después de algunos años de andar por otras partes, volví a mi país para dar limosnas y presentar ofrendas.
18-19. Y estaba haciendo esto, después de haberme purificado según el rito establecido, aunque sin mucha gente y sin ningún alboroto, cuando unos judíos de la provincia de Asia me encontraron en el templo. Ésos son los que deben venir y presentarse aquí para acusarme, si es que tienen algo contra mí.
20. Y si no, que estos que están aquí digan si me hallaron culpable de algún delito cuando estuve ante la Junta Suprema de los judíos.
21. A no ser que cuando estuve entre ellos dije en voz alta: “Hoy me están juzgando ustedes porque creo en la resurrección de los muertos.”