13. Allí está esperando hasta que Dios haga de sus enemigos el estrado de sus pies,
14. porque por medio de una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los que han sido consagrados a Dios.
15. Y el Espíritu Santo nos lo confirma, al decir:
16. «La alianza que haré con ellosdespués de aquellos días,será ésta, dice el Señor:Pondré mis leyes en su corazóny las escribiré en su mente.
17. Y no me acordaré más de sus pecados y maldades.»
18. Así pues, cuando los pecados han sido perdonados, ya no hay necesidad de más ofrendas por el pecado.
19. Hermanos, ahora podemos entrar con toda libertad en el santuario gracias a la sangre de Jesús,
20. siguiendo el nuevo camino de vida que él nos abrió a través del velo, es decir, a través de su propio cuerpo.
21. Tenemos un gran sacerdote al frente de la casa de Dios.
22. Por eso, acerquémonos a Dios con corazón sincero y con una fe completamente segura, limpios nuestros corazones de mala conciencia y lavados nuestros cuerpos con agua pura.