14. Y Labán le dijo: «Verdaderamente tú eres uno de mi propia sangre.»Jacob se quedó con Labán durante un mes.
15. Después de ese tiempo, Labán le dijo:—No vas a trabajar para mí sin ganar nada, sólo porque eres mi pariente. Dime cuánto quieres que te pague.
16. Labán tenía dos hijas: la mayor se llamaba Lía, y la menor, Raquel.